jueves, 8 de septiembre de 2011

Veraneando II. Garza real

A la charca donde podemos disfrutar cada año de las cigüeñas negras acuden a la cita, a diario, casi invariablemente, varias garzas reales que se muestran sorprendentemente confiadas, dado lo esquivo de esta especie en esta zona. Llegan a acercarse a escasos 3 metros del hide, a pesar del ruido de los disparos, ráfagas, cambio de objetivos/teleconvertidores y algún comentario que otro de los que allí disfrutamos. Tanto es así que alguno está hasta harto de verlas y no dispara apenas. Aunque la charca carece de peces y por tanto no ofrece acciones espectaculares con las que enriquecer las fotos, está llena de ranas y sanguijuelas (a las que tampoco hacen ascos) de las que dan buena cuenta y que nos permiten capturar algunos arponazos, siempre estéticamente interesantes.

En justa y emocional correspondencia, dedico esta entrada a Sebastián y María (y a María y Mercedes), Fran y Montaña y a quien ha de llegar en Abril.

Garza real. Ardea cinerea. Canon 7D. 300mm 2.8 con/sin 1.4x. Tumbadito