Después de una temporadita sin tiempo prácticamente para salir de pajareo y de las inclemencias del tiempo por esta zona (aunque me parece que todos estamos en situación similar en este sentido), hace 2 días me he decidido a montar, para ver si hay suerte, un minicomedero en el jardín de la casa donde vivo, en una urbanización de chalets pareados en las cercanías de Salamanca (el jardín es prácticamente "una macetilla" de unos 7 x7 metros en donde cabe a duras penas un frondoso olivo, que ocupa casi todo el espacio y deja apenas un metro y medio para colocar el comedero). De momento, solo lo visita y utiliza un precioso petirrojo que me lo está haciendo pasar pipa. Hay una bandada de gorriones asiduos al olivo, pero que afortunadamente de momento no se acercan al comedero. Detrás de la casa hay un chalet con mucho terreno y arbolado por donde pululan algunos carboneros y herrerillos y en primavera se acercan pardillos verdecillos y demás que, espero que con el tiempo, descubran el comedero y puedan darme buenos momentos. Cuelgo algunas fotos de mi primer visitante.
por algo se empieza. Seguro que si no le falta comida por ahí desfilaran muchos plumíferos.
ResponderEliminarMira mí terraza, aunque sólo vine el roquero solitario, que por cierto aquí está para cuando quieras hacerles fotos, y aviso que queda poco tiempo, que dentro de poco nos vamos de aquí. un abrazo
Muy bonitas fotos del petirrojo, veras que poco tardan otros visitantes en dar cuenta de tu comedero.
ResponderEliminarUn saludo.
Precioso y emboladito petirrojo. Me gusta en especial la primera con el fondo verde.
ResponderEliminarTienes un blog muy interesante y apartir de ahora lo seguiré. Te he enlazado también.
Saludos!
Ya veo que me hiciste caso, ese olivo te puede dar grandes satisfacciones ( o muchas pequeñas ), como espero que habrás visto ¡ya vienen las águilas!.
ResponderEliminarnos vemos, un abrazo.